David se refugia en el desierto, cerca al Mar Muerto, y se convierte en el jefe de una banda de gente fuera de la ley. Debido a que viven en el desierto no tienen tierra que puedan cultivar o donde puedan criar ovejas, así que David necesita encontrar alguna otra forma de ganarse la vida. Y lo logra porque es el personaje más ingenioso en toda la Biblia. Él descubre que puede hacer buen dinero con la venta de protección. Les dice a los agricultores ricos que está dispuesto a cuidarlos para que, para que no suceda, y nada les pase a ellos, sus familias, sus propiedades y su rebaño, y todo eso por sólo un poco de dinero o regalos.
Uno de los agricultores se niega a pagar y David decide matarlo a él y a todos los que viven en su casa, para que sirva de lección a los que rechazan su protección. Afortunadamente, ocurren dos eventos. El primero es que la esposa, que es bonita e inteligente convence a David que no los mate para no perjudicar su reputación. Y la segunda es que el marido de la mujer, cuando esta le contó de lo que se había librado, del susto tuvo un derrame cerebral y muere. David, por supuesto, se casa con la rica viuda cuya dota es la riqueza de su difunto esposo. David, cansado de ser perseguido por el rey Saúl, va al país de los filisteos y ofrece al rey servirlo como mercenario. En esa época los filisteos eran los peores enemigos de Israel, una mezcla de Hamás con Hizballah. Imagínense, un hombre que había sido comandante del ejército de Israel, y matado a muchos filisteos, está dispuesto a servirlos. Es el equivalente en nuestros días de que Moshé Dayán, o algún otro general israelí, se hubiese convertido en un mercenario de los egipcios o los sirios. El rey filisteo que probablemente no era el hombre más inteligente en su reino, tiene ciega confianza en David, y le dice que vaya y saquee las ciudades de Israel que están cercanas. Esta es una línea roja que David no quiere cruzar. Pero, por otro lado, tiene que satisfacer el rey. Así que encuentra una solución.
Como dije antes, David es muy ingenioso. Decide que él y su banda atacarán a los pueblos de otras tribus, los saquearán, y para evitar que alguien informe a los filisteos lo que han hecho, matarán a todos los pobladores del pueblo, hombres, mujeres, niños y ancianos, ya que los muertos no cuentan cuentos. Así lo hace. Cuando regresa de robar y masacrar pueblos enteros, David entrega parte del botín al rey y le cuenta que lo obtuvo atacando a ciudades en Israel. Esto funciona bastante bien durante algún tiempo, hasta que los filisteos deciden ir a la guerra contra el rey Saúl, el ex jefe de David y su ex suegro. El general filisteo no le tiene confianza a David, y teme que David, durante la batalla, se pase al lado de los israelitas.El rey filisteo le dice a David : «Mira, yo confío en ti, pero por alguna razón nuestro general no, así que lo siento, pero tienes que volver «.Los filisteos derrotan a los israelitas. El rey Saúl, su hijo Jonatán y sus otros hijos mueren en la batalla.David convence a los líderes de su tribu Yehudah para que lo nombren rey de la tribu. Esto no fue difícil, ya que David, del botín que saqueaba, enviaba valiosos regalos a los hombres más influyentes de la tribu.